martes, 4 de agosto de 2009

HISTOPLASMOSIS

HITOPLASMOSIS.

Por: José MONTIEL CASTRO – ASOCIACIÓN BASE DRACO.

Histoplasma capsulatum. Hongo dimorfo, micro organismo que se encuentra en el interior de las células ruticuloendoteriales en forma de cuerpos minúsculos, de una a cinco micras (esporas). (Ver histoplasmosis).

DEFINICIÓN. La histoplasmosis es la micosis sistemática, una infección de variadas manifestaciones causadas por el hongo dimorfo (histoplasma capsulatum) micro organismo que se encuentra en el interior de las células ruticuloendoteriales en forma de cuerpos minúsculos, de una a cinco micras. La histoplasmosis es la micosis sistemática más importante del mundo y la de mayor trascendencia en el continente americano. En México, la forma pulmonar primaria constituye un verdadero problema de salud pública, por la elevada frecuencia de los brotes epidémicos, la gravedad del cuadro clínico y las graves pérdidas económicas que se producen y su distribución abarca casi todo el territorio (no se cuenta con reportes de Tlaxcala y Baja California Sur). Historia. Darling en Panamá en el año de 1906, describió tres casos de una enfermedad grave y mortal con invasión del brazo, hígado, ganglios linfáticos, pulmón y médula ósea, que por la morfología del germen aislado, creyó se trataba de un protozoosis y la denominó histoplasmosis. Da Rocha Lima, del Brasil, probó años más tarde (1912) que el parásito era similar a un eryptococcus.

SINTOMATOLOGÍA. Los signos de la histoplasmosis varían desde una infección ligera, hasta los graves trastornos del cuadro mortal de infección diseminada. La gran frecuencia de reacciones intradérmicas positivas a la mayor parte de las infecciones causadas por histoplasma capsulatum, son inaparentes o ligeras. También se observan diferencias de gravedad en distintas personas afectadas por un mismo brote del padecimiento. Las infecciones graves se caracterizan por fiebre prolongada, disnea, dolor toráxico, pérdida de peso, postración, infiltrados pulmonares, hepatomegalia y esplenomegalia.

Algunas personas infectada, pueden presentar únicamente una neumonitis aguda benigna, que durará más o menos una semana, mientas que otras se ven libres de síntomas. A la larga, las lesiones pulmonares se caracterizan por su calcificación o su desaparición. Es frecuente observar, calcificación pulmonar en personas con reacción cutánea negativa a la tuberculina y positiva a la histoplasmina. En algunas epidemias de histoplasmosis aguda, el eritema nudoso y el eritema multiforme, han sido importantes entre las mujeres de mediana edad.

Además de las infecciones benignas agudas y de las formas diseminadas, se dan casos de histoplasmosis crónicas, localizadas en el adulto, aunque frecuentemente se acompañen de necrosis o ulceración, el proceso básico es un granuloma con tendencia a quedar localizado.

Se observan dos tipos clínicos principales: El pulmonar, que en ocasiones semeja a la tuberculosis pulmonar en todos sus aspectos. El paciente puede permanecer asintomático o bien quejarse de tos crónica y ocasionalmente productiva.

El muco cutáneo, caracterizado por úlceras en la boca, lengua, faringe, encías, laringe, pene o vejiga; son lesiones raras, que se encuentran solo en adultos.

En la histoplasmosis africana, las lesiones predominantes se presentan en la piel y muchas veces en hueso, produciendo hostomielitis.

DIAGNÓSTICO. Primeramente se tendrá que realizar un diagnóstico diferencial de brucelosis mononeuclosis infecciosas, enfermedad de Hodgkin, y Kala-azar y se podrá dar aislamiento con corticosteroides.

PRUEBA DE HISTOPLASMINA. La prueba es muy utilizada en las investigaciones epidemiológicas. Para el diagnóstico de la histoplasmosis tiene la misma valorización que la tuberculina es para la tuberculosis, la lectura se hace a las 48 hrs. de aplicada la inyección y se consideran positivas las reacciones que ofrecen enrojecimiento e induración de 5 mm ó más de diámetro.

Puede tener valor diagnóstico decisivo la observación del cambio de la reacción que de negativo pasa a positivo, lo que sucede en la tercera o cuarta semana de la enfermedad.

TRATAQMIENTOS. La anfotericina “B” a dosis intravenosas de 50 100 mg. diariamente, es eficaz en todas las formas de histoplasmosis. El tratamiento diario o alternado, debe continuarse por períodos que varían desde uno hasta varios meses.

La sulfadiazina ha sido eficaz en los adultos a dosis orales de 6 g. diariamente y puede darse con administración intravenosa de anfotericina “B”.

De reciente aparición. “Nizoral” está indicado en tratamiento de todo tipo de micosis superficiales y micosis profundas.

La histoplasmosis se clasifica dentro de las micosis profundas y la efectividad de este medicamento se considera de un 80 %.

ESTOS MEDICAMENTOS SE EMPLEAN BAJO ESTRICTO CONTROL MÉDICO.

A finales de los años sesentas y principios de los setentas, el espeleólogo mexicano Eduardo Castro R., llevó a cabo estudios y pruebas, para llegar al diseño de una mascarilla contra la histoplasmosis, la que según su diseñador y constructor, ésta se usó por espacio de unos ocho días de incursiones a una caverna infectada, teniendo que cambiar filtros de la mascarilla cada diez horas aproximadamente.

El sistema "compacto", es un recipiente de plástico de cinco litros, con dos entradas de aire de una pulgada de diámetro cada una, con unos tapones de algodón, éste, conectado a un respirador (mascarilla), con un juego de filtros, que sirven contra vapores orgánicos y gases ácidos. (No indico los componentes que llevaría el recipiente, ni el N° de filtros) Basándome en lo anterior, destaco cinco de mis pareceres:

01.- Para actividades con pasajes angostos, resulta extremadamente estorboso.

02.- La efectividad de la mascarilla, parece que no cuenta con una verdadera garantía, por no haberse probado lo suficiente como para certificar su efectividad.

03.- Los efectos resultantes del hecho de respirar los vapores de la mezcla, no parece satisfactorio.

04.- En trabajos espeleológicos, resta enormemente la dinámica de los estudios, resultando verdaderamente inoperante, dado el exceso de cuidados que requiere el recipiente de plástico (cinco litros), para que este no sufra desperfectos.

05.- En los casos de maniobras verticales y pasos angostos (gateras, laminadores, gusaneras, etc.), resultan verdaderamente lastrantes.

Eduardo Castro R. y las personas que colaboraron con su iniciativa para encontrar una mascarilla eficiente para nulificar la inoculación del histoplasma capsulatum, son de las contadas personas que se abocan con seriedad a resolver problemas; la mayoría prefiere seguir "la moda" o seguir "la corriente", sin preguntarse el por que de las cosas y mucho menos el tratar de razonarlas.

ESPELEO. CASOS DE HISTOPLASMOSIS
Una actividad espeleológica a la que invité a mis compañeros de la Asociación Mexicana de Espeleología fue a la cueva “Gavilán 1”, a finales de 1977. La integramos cinco personas, Alejandro, Gloria y yo, topografiamos lo que yo con anterioridad ya había explorado, y dos solo entraron y salieron, éstos dos que estuvieron poco tiempo en la cueva, también presentaron síntomas de malestares, Víctor Loya G. que permaneció en cama poco tiempo sin mayores complicaciones y el Dr. Ildefonso Téllez, que fue hospitalizado, estando al borde de la muerte por espacio de cinco días, independientemente del tiempo de la gravedad previa y posterior, que por suerte todos lo pudimos contar en charlas amistosas. Alejandro y yo ya teníamos tiempo de habernos infectado y no nos dimos por enterados, hasta que, al igual que a los otros tres, se nos aplicó la reacción de histoplasmina. El caso de Gloria Camacho (mi esposa) fue muy especial, ella se encontraba pasado el 6° mes de embarazo de nuestra primera hija. La histoplasmosis no afectó en lo más mínimo a mi hija pero:Más de cinco especialistas atendieron lo que consideraban una verdadera rareza (histoplasmosis, en mujer y embarazada). La atención primaria la brindó el Dr. Dionisio Félix, experto en micosis y concretamente en histoplasmosis.
Basándome en este caso, fue que me aboqué a informarme con más profundidad acerca de la histoplasmosis llegando a la certeza de que nosotros podríamos llevar esporas del hongo a nuestras familias. Platiqué con diferentes espeleólogos, diciéndoles lo que pensaba con relación a la posibilidad de que nosotros llevásemos histoplasmosis a nuestras casas, en la ropa y equipo, pero no logré captar el interés de mis compañeros en mi suposición.
Se me ocurrió también, el hacer una "mini encuesta" entre las personas que tenían como antecedente el haber sido afectados por el histoplasma capsulatum y, en forma de broma, indicaba a mis compañeros mis "conclusiones"; una de éstas se centraba en la que me indicaba, que los fumadores no recaían y los no fumadores resultaban más propensos a ser postrados en cama por causa de la histoplasmosis. Esto lo platiqué con médicos y sus respuestas se resumen en lo siguiente:
No es válida mi conclusión, por carecer mi simple "mini encuesta", de una gran gama de factores que no incluí, como para llegar a una conclusión científica, enseñándome ellos con lujo de detalles y paciencia para conmigo, la metodología apropiada, cosa que entendí y acepté, pero, el mal estaba hecho; muchas personas que llegaron a escuchar mis primeros comentarios, actualmente aún afirman mi falsa suposición, pese a que he intentado aclarar el punto; dicen y afirman que el fumador es inmune a la histoplasmosis y adornan esto, con una gama muy florida de complementos que, expuestos con solemnidad, dan el toque maestro a éstos embaucadores.
Verdaderos irresponsables son quienes presumen de muy conocedores, afirman estar "perfectamente enterados" de estos y muchos otros aspectos que les llegan de "oídas" y que sin profundizar, lo dan como un hecho.
Cualquier infección de vías respiratorias, predispone a la histoplasmosis, incluyendo la gripe y en menor grado al fumador. Las personas con buena alimentación, en especial con proteínas y calcio son menos susceptibles a infectarse.
Algunas personas infectadas, pueden presentar solo una neumonitis aguda benigna, como el caso de Víctor Loya y más aguda en el caso de Gloria Camacho, que duraron más o menos una semana, mientras que otras se ven libres de síntomas como a Alejandro Villagómez y yo. A la larga, las lesiones pulmonares se caracterizan por su calcificación o su desaparición. Es frecuente conservar calcificación pulmonar en personas con reacción cutánea negativa a la tuberculina y positiva a la histoplasmina.
El padecimiento varía en intensidad, al ser inspirada la espora, desde una infección respiratoria ligera, hasta los graves trastornos del cuadro mortal de infección diseminada como el caso de Ildefonso Téllez, caracterizado por fiebre, anemia, hepatomegalia, leucopenia, lesiones pulmonares, ulceraciones del conducto gastrointestinal y necrosis de las cápsulas suprarrenales.
A finales de diciembre de 1985, mis amigos y compañeros de exploraciones; Steve Robertson, José Luís Soberanes y su esposa Rebeca, efectuaron un viaje a la sierra de Zongolica, Veracruz, por la zona de Comalapa, con el fin de prospectar y colectar, en tanto que Rebeca se quedaba en el exterior.
El 02 de enero de 1986, José Luís y su esposa regresaron a la Cd. de México, puesto que Rebeca se encontraba con malestares, al parecer por una gripe.
El 12 de enero de 1986, Rebeca sufre fuertes dolores en las piernas, tos seca, náuseas y fiebre de 40° C., que solo se presentaba por las tardes. Acudieron a un médico que diagnosticó gastroenteritis y faringitis y le prescribió antipirético, antitusivo y un antibiótico (totalmente contraindicado en estos casos). Optaron por consultar a otro médico y al oír e ir respondiendo las preguntas, fue que José Luís recordó los síntomas de su esposa y los que él había tenido, años antes, coincidían como para pensar en histoplasmosis pulmonar. El médico al enterarse de estos antecedentes, solicitó placas de rayos X de tórax y una inmunodermorreacción de histoplasmina, corroborando la suposición.
José Luís y Rebeca acudieron al Instituto de Enfermedades Tropicales (actualmente -1999- el INDRE), con el Dr. Oscar Velázco Castejón, jefe del Departamento de Micología y el asistente Dr. Octavio Vallejo, quienes solicitaron placas de rayos X de tórax y una inmunodermorreacción de histoplasmina, corroborando la suposición, indicando en definitiva que era histoplamosis pulmonar.
Se le indicó a Rebeca total reposo y Ketoconazol de 200 mg. cada 12 hrs.; al quinto día, empezó a desmejorar, a tal punto, que fue hospitalizada, por presentar insuficiencia respiratoria y para cambiar el tratamiento por Anfotericina "B", medicamento de exclusivo uso hospitalario.
José Luís trató de conseguir Anfotericina "B", pero le indicaron que no había en existencia, puesto que esa importación había disminuido; trató de conseguir el medicamento en los Estados Unidos, vía telefónica, ya que el Dr. Velázco solo contaba con dos frascos.
En las primeras llamadas que realizaba nuestro amigo Alejandro Villagómez (José Luís no habla inglés), se le informó, que solo se podría conseguir en un Centro Hospitalario de Investigación, y si lo encontraban, se requeriría una receta médica con el registro de un médico del Estado y que además, que lo pudieran poner en flete aéreo; por fin se salvaron los obstáculos y se consiguieron los seis frascos requeridos para el tratamiento de Rebeca, a un costo de $ 40.00 USD. cada frasco, más el flete aéreo a la Cd. de México. Casi al mismo tiempo, un médico amigo de la familia del matrimonio, logró averiguar que en un almacén de un laboratorio, tenían algunos frascos útiles, del último lote importado a México de Inglaterra, a un precio de $ 2,844.00 cada frasco (precios del año 1986), adquiriendo seis frascos. Interesante es el que estos medicamentos se adquirieron donde ya le habían dicho a José Luís que NO tenían en existencia.
Actualmente José Luís, su esposa y sus hijos gozan de buena salud, pero, ¿qué podemos hacer en el caso de acudir a un médico general?, que no está habituado a tratar estos casos, pues tendremos que ayudarle a recordar algo que no es su especialidad, tratando de entender que esta afección tan particular, bien puede estar empolvada en los recuerdos del médico general. Se le podría sugerir que, primeramente se tendría que realizar un diagnóstico diferencial de brucelosis mononeuclosis infecciosas, enfermedad de Hodgkin, y Kala-azar y se podrá dar aislamiento con corticosteroides, sin olvidar que el identificar adecuadamente el cuadro sintomático es importante, antes de pensar en antibióticos, los que afectarán a los anticuerpos y agravará el cuadro clínico.
La histoplasmosis y otros tantos temas que se abordan en torno a la peligrosidad de la práctica de las incursiones subterráneas, tienen que ser tratadas primeramente con una adecuada información y en su caso de preparación, recordando que, es mejor prevenir que intentar remediar.
El Instituto Nacional de Diagnóstico y Referencia Epidemiológica (INDRE), esta en la calle de Prolongación Carpio N° 470, Col. Santo Tomás, México, D.F., frente al canal 11 de T.V. del I.P.N.www.ssa.gob.mx/indre/iras.htm#HISTOPLASMOSIS
NOTA.- Tardé casi un año insistiéndole a José Luís Soberanes el que me diera por escrito el caso de histoplasmosis de su esposa y no fue hasta que un día lo senté ante mi restirador y a su lado lo presionaba para que escribiera el caso.

Fuentes de consulta:

* Harrison-Medicina Interna La Prensa Médica Mexicana, Reimpresión 1976.

* Literatura exclusiva para médicos. Janssen Farmacéutica, S.A. DE A.V. (NL-B- 1/81 (m) Q.
1977 - 1999
Montiel Castro, J. * “ESPELEOLOGÍA – Peligros, Seguridad y algo más”. Libro inédito.
* Histoplasmosis, Revista DRACO N° 1, p 24, mayo 1982, México, D.F.
* Archivos y Bitácoras de la Asociación Base DRACO.1989
* REVISTA “DRACO”, N° 5, México, D.F.1998
* MATERIAL DIDACTICO PROPORCIONADO PARA CLASES TEORICAS, CG98, de la Asociación Base DRACO, México, D.F.X
* ESPELEOLOGÍA” Peligros, Seguridad y Algo más. (Libro inédito)
*
http://www.geda.pinarte.cult.cu/el_explorador/el_explorador4.htm#artcientifico


MONTIEL
ASOCIACIÓN BASE DRACO
ESPELEO RESCATE MÉXICO
EXPLORACIÓN – INVESTIGACIÓN
TLALLAMPA – S.E.I. – R.E.T.A.
(Fundada: 26 agosto 1973)

abdraco@yahoo.com